Cuando todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios,
Todos los que lo veían caminar y alabar a Dios estaban realmente sorprendidos, pues no entendían lo que había pasado. Sabían, sin embargo, que era el mismo hombre que antes se sentaba a pedir dinero junto al Portón Hermoso.
Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios;
Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.