Aun Simón mismo creyó, y una vez bautizado él acompañaba a Felipe; y viendo las señales y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.
Simón mismo creyó y, después de bautizarse, seguía a Felipe por todas partes, asombrado de los grandes milagros y señales que veía.
También Simón creyó en el mensaje de Felipe, y Felipe lo bautizó. Y Simón estaba tan asombrado de los milagros y las maravillas que Felipe hacía, que no se apartaba de él.
Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Pero Juan se separó de ellos y se volvió a Jerusalén,
También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe, y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.