El se levantó y fue. Y he aquí un eunuco etíope, un alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, quien estaba a cargo de todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar,
Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la candace, reina de los etíopes. Éste había ido a Jerusalén para adorar
Felipe obedeció. En el camino se encontró con un hombre muy importante, pues era oficial y tesorero de la reina de Etiopía. Ese oficial había ido a Jerusalén para adorar a Dios, y ahora volvía a su país. El oficial iba sentado en su carruaje, leyendo el libro del profeta Isaías.
Los habitantes de Jerusalén y sus jefes cumplieron, sin saberlo, las Escrituras de los profetas que se leen cada sábado;
Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
Entonces él se levantó, y fue. Y he aquí un etíope, eunuco, hombre de gran autoridad bajo Candace reina de los etíopes, el cual estaba a cargo de todos sus tesoros; y había venido a Jerusalem para adorar,