y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del profeta Isaías.
y sin hallar en él ningún motivo de muerte pidieron a Pilato que le hiciera morir.
volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.
se volvía, y sentado en su carro, leía el profeta Isaías.