He aquí que viene el día de Jehovah, implacable, lleno de indignación y de ardiente ira, para convertir la tierra en desolación y para destruir en ella a sus pecadores.
¡Miren! ¡Ya viene el día del Señor día cruel, de furor y ardiente ira; convertirá en desolación la tierra y exterminará de ella a los pecadores!
»¡Ya llega el día de la destrucción! Dios está tan enojado, que cuando llegue ese día dejará la tierra hecha un desierto y acabará con todos los pecadores.
He aquí que el Día de Yahveh viene implacable, el arrebato, el ardor de su ira, a convertir la tierra en yermo y exterminar de ella a los pecadores.
He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.
He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de saña y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.