Al atardecer he aquí el terror repentino, y antes del amanecer ya no existirán. Esta es la porción de los que nos despojan, el destino de los que nos saquean.
Al atardecer, ¡terror repentino! Antes del amanecer, ¡ya no existen! Tal es el destino de quienes nos despojan; eso les espera a quienes nos saquean.
A la hora del atardecer se presenta el miedo, antes de la mañana ya no existen. Esea sea la parte de nuestros despojadores, la suerte de nuestros saqueadores.
Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.
Al tiempo de la tarde he aquí turbación; y antes de la mañana ya no es. Esta es la parte de los que nos pisotean, y la suerte de los que nos saquean.