Mi alma te espera en la noche; mientras haya aliento en mí, madrugaré a buscarte. Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.
Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.
De día y de noche mi corazón te busca; cuando tú das una orden, todos aprenden a hacer lo bueno.
Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco. Porque cuando tú juzgas a la tierra, aprenden justicia los habitantes del orbe.
Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
Con mi alma te he deseado en la noche; y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.