Ya no hay furor en mí. ¿Quién pondrá contra mí espinos y cardos en batalla? Yo irrumpiré contra ellos y los quemaré a una,
No estoy enojado. Si tuviera zarzas y espinos, pelearía contra ella y la quemaría totalmente,
Ya no estoy enojado con ella; todavía hay algunos rebeldes, pero yo los sacaré de allí.
- Ya no tengo muralla. ¿Quién me ha convertido en espinos y abrojos? - Yo les haré guerra y los pisotearé, los quemaré todos a una,
No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una.
No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinas y cardos? Yo los hollaré, los quemaré juntamente.