Tu corazón reflexionará acerca del horror y dirá: '¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que pesaba el tributo? ¿Dónde está el que pasaba revista a las torres?'
Dentro de ti meditarás acerca del terror, y dirás: '¿Dónde está el contador? ¿Dónde el recaudador de impuestos? ¿Dónde el que lleva el registro de las torres?'
Y cuando se pongan a pensar en el miedo que sentían, dirán: “¿Y dónde han quedado los que nos cobraban los impuestos? ¿Dónde están los contadores que nos cobraban tanto dinero?”
Tu corazón musitará con sobresalto: «¿Dónde está el que contaba, dónde el que pesaba, dónde el que contaba torres?»
Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las casas más insignes?
Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿Qué del pesador? ¿Qué del que pone en lista las casas más insignes?