He aquí, fue por mi bien que tuve gran amargura, pero tú libraste mi vida del hoyo de la destrucción, pues has echado tras tus espaldas todos mis pecados.
Sin duda, fue para mi bien pasar por tal angustia. de la fosa destructora, y le diste la espalda a mis pecados.
Entonces mi amargura se trocará en bienestar, pues tú preservaste mi alma de la fosa de la nada, porque te echaste a la espalda todos mis pecados.
He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
He aquí amargura grande me sobrevino en la paz: Mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.