El convierte en nada a los poderosos, y a los gobernantes de la tierra hace como cosa vana.
Él anula a los poderosos, y a nada reduce a los gobernantes de este mundo.
Dios hace que los poderosos de este mundo desaparezcan como plantas tiernas y sin raíces. ¡Esas plantas se marchitan y se las lleva el huracán!
El aniquila a los tiranos, y a los árbitros de la tierra los reduce a la nada.
El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.
El torna en nada los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.