La hierba se seca, y la flor se marchita; pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.'
En cambio, la palabra de Dios permanece para siempre”».
La hierba se seca, la flor se marchita, mas la palabra de nuestro Dios permanece por siempre.
Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
La hierba se seca, la flor se marchita; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.