He aquí que vosotros nada sois, y vuestras obras no existen; el que os escoja es una abominación.
¡La verdad es que ustedes no son nada, y aun menos que nada son sus obras! ¡Abominable es quien los escoge!
¡Pero ustedes no son nada, ni tampoco pueden hacer nada! ¡Confiar en ustedes es una tontería!»
¡Oh! Vosotros sois nada, y vuestros hechos, nulidad, lo mejor de vosotros, abominación.»
He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió.
He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras de vanidad; abominación el que os escogió.