El escultor anima al platero, y el que alisa con martillo dice al que golpea en el yunque, con respecto a la soldadura: '¡Está bien!' Luego lo afirma con clavos para que no se tambalee.
El artesano anima al joyero; y el que aplana con el martillo le dice al que golpea el yunque: '¡Es buena la soldadura!'; luego asegura el ídolo con clavos para que no se tambalee.
el artesano anima al escultor, y el que trabaja con el martillo dice al que golpea en el yunque: “Has hecho un buen trabajo”. Después sujeta al ídolo con clavos para mantenerlo firme».
Anima el fundidor al orfebre, el que pule a martillo al que bate en el yunque, diciendo de la soldadura: «Está bien.» Y fija el ídolo con clavos para que no se mueva.
El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese.
El carpintero animó al platero, y el que alisa con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura, y lo afirmó con clavos, para que no se moviese.