Después, lo que sobra lo transforma en la imagen tallada de un dios. Se postra ante él y lo adora, y le ruega diciendo: '¡Líbrame, porque tú eres mi dios!'
Con el resto hace un dios, su ídolo; se postra ante él y lo adora. Y suplicante le dice: 'Sálvame, pues tú eres mi dios.'
Y con el resto de la madera hacen la estatua de un dios, se arrodillan ante ella para adorarla, y le dirigen esta oración: “¡Sálvanos, pues tú eres nuestro dios!”
Y con el resto hace un dios, su ídolo, ante el que se inclina, le adora y le suplica, diciendo: «¡Sálvame, pues tú eres mi dios!»
y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.
y torna su sobrante en un dios, en su escultura; se humilla delante de ella, la adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.