Lo cargan sobre los hombros y lo llevan; lo colocan en su lugar. Allí permanece y no se mueve de su sitio. Aunque alguien le invoque, no responde ni lo libra de la tribulación.
Lo levantan en hombros y lo cargan; lo ponen en su lugar, y allí se queda. No se puede mover de su sitio. Por más que clamen a él, no habrá de responderles, ni podrá salvarlos de sus aflicciones.
Cargan la estatua del dios sobre sus hombros, lo ponen en su sitio, y de allí no se mueve. Por más que griten pidiéndole agua, ese dios no les responde ni puede librarlos de sus males.
Se lo cargan al hombro y lo transportan, lo colocan en su sitio y allí se queda. No se mueve de su lugar. Hasta llegan a invocarle, mas no responde, no salva de la angustia.
Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le hablan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.