y dijiste: ‘Para siempre seré soberana.’ No consideraste esto en tu corazón, ni te acordaste de su resultado.
Dijiste: ¡Por siempre seré la soberana! Pero no consideraste esto, ni reflexionaste sobre su final.
»Creíste que nunca dejarías de ser reina y no te pusiste a pensar cómo terminaría todo esto.
Tú decías: «Seré por siempre la señora eterna.» No has meditado esto en tu corazón no te has acordado de su fin.
Dijiste: Para siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.
Y dijiste: Para siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.