Yo soy, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que temas al hombre, que es mortal; al hijo del hombre, que es tratado como el pasto?
'Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples *mortales, que no son más que hierba?
Dios dijo: «Soy yo mismo el que los anima. ¿Por qué le tienen miedo a simples seres humanos que no son más que hierba?
Yo, yo soy tu consolador. ¿Quién eres tú, que tienes miedo del mortal y del hijo del hombre, al heno equiparado?
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?