Sus centinelas son ciegos; no conocen. Todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar, videntes echados que aman el dormitar.
Ciegos están todos los guardianes de Israel; ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar. Se acuestan y desvarían; les encanta dormitar.
»Ustedes, jefes de mi pueblo, deberían protegerlo como perros guardianes; pero parecen estar ciegos, no se dan cuenta de nada; parecen estar mudos, no hacen ni dicen nada; les gusta mucho dormir, se pasan la vida durmiendo y soñando.
Sus vigías son ciegos, ninguno sabe nada; todos son perros mudos, no pueden ladrar; ven visiones, se acuestan, amigos de dormir.
Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir.
Sus atalayas ciegos son, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; somnolientos, echados, aman el dormir.