Aunque fuiste abandonada y aborrecida y no había quien caminase por ti, te convertiré en gloria eterna, motivo de regocijo de generación en generación.
'Aunque fuiste abandonada y aborrecida, y nadie transitaba por tus calles, haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas las generaciones.
»Jerusalén se ha quedado abandonada, odiada y muy sola, pero yo haré que llegue a ser motivo de orgullo y alegría.
En vez de estar tú abandonada, aborrecida y sin viandantes, yo te convertiré en lozanía eterna, gozo de siglos y siglos.
En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos.
Aunque fuiste desechada y aborrecida, y no había quien por ti pasase, te haré gloria perpetua, gozo de generación y generación.