Tus santas ciudades se han vuelto un desierto. Sion ha llegado a ser un desierto, Jerusalén una desolación.
Tus ciudades *santas han quedado devastadas, y hasta *Sión se ha vuelto un desierto; Jerusalén es una desolación.
Las ciudades de tu pueblo elegido son ahora un desierto; Jerusalén está en ruinas, completamente destruida.
Nuestra Casa santa y gloriosa, en donde te alabaron nuestros padres, ha parado en hoguera de fuego, y todas nuestras cosas más queridas han parado en ruinas.
Tus santas ciudades están desiertas, Sion es un desierto, Jerusalén una soledad.
Tus santas ciudades están desiertas, Sión es un desierto, Jerusalem una soledad.