Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas han sido rotas. Mis hijos se me han ido, y ya no están. Ya no hay nadie que extienda mi morada, ni quien levante mi tienda.
Devastada está mi carpa, y rotas todas mis cuerdas. Mis hijos me han abandonado; han dejado de existir. Ya no hay nadie que arme mi carpa, y que levante mis toldos.
Toda mi patria está destruida y no puedo reconstruirla. Ya no hay nadie que pueda ayudarme; toda mi gente está muerta. ¡He quedado abandonado!
Mi tienda ha sido saqueada, y todos mis tensores arrancados. Mis hijos me han sido quitados y no existen. No hay quien despliegue ya mi tienda ni quien ice mis toldos.»
Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.
Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas están rotas: mis hijos fueron sacados de mí, y perecieron: no hay ya más quien extienda mi tienda, ni quien levante mis cortinas.