Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: '¡Violencia y destrucción!' Pues la palabra de Jehovah me ha sido afrenta y escarnio todo el día.
Cada vez que hablo, es para gritar: '¡Violencia! ¡Violencia!' no deja de ser para mí un oprobio y una burla.
Cada vez que abro la boca, tengo que gritar: “¡Ya viene el desastre! ¡Ha llegado la destrucción!” No hay día que no me ofendan por predicar tu mensaje.
Pues cada vez que hablo es para clamar: «¡Atropello!», y para gritar: «¡Expolio!». La palabra de Yahveh ha sido para mí oprobio y befa cotidiana.
Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
Porque desde que hablo, doy voces, grito, Violencia y destrucción: porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.