Y Jehovah me dijo: —¿Qué ves, Jeremías? Yo dije: —Higos. Higos buenos, muy buenos; e higos malos, muy malos, tan malos que no se pueden comer.
Entonces el Señor me preguntó: '¿Qué ves, Jeremías?' Yo respondí: 'Veo higos. Unos están muy buenos, pero otros están tan malos que no se pueden comer.'
Dios me preguntó: «Jeremías, ¿qué es lo que ves?» Yo le contesté: «Veo dos clases de higos. Unos están muy buenos, pero los otros están tan malos que no se pueden comer».
Y me dijo Yahveh: «¿Qué estás viendo Jeremías?» Dije: «Higos. Los higos buenos son muy buenos; y los higos malos, muy malos, que no se dejan comer de puro malos.»
Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.
Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos, higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.