No los escuchéis; servid al rey de Babilonia y vivid. ¿Por qué ha de ser desolada esta ciudad?
No les hagan caso. Sométanse al rey de Babilonia, y seguirán con vida. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad?
Si esos profetas de veras hablan de parte de Dios, mejor que le pidan que los babilonios no se lleven los utensilios que aún quedan en el templo, en el palacio del rey y en Jerusalén. Repito: ¡no les hagan caso! Mejor ríndanse al rey de Babilonia, y seguirán con vida. ¿Qué necesidad hay de que ustedes y Jerusalén sean destruidos?
(No les hagáis caso. Servid al rey de Babilonia y quedaréis con vida. ¿Para qué ha de quedar esta ciudad arrasada?)
No los oigáis; servid al rey de Babilonia y vivid; ¿por qué ha de ser desolada esta ciudad?
No los escuchéis; servid al rey de Babilonia, y vivid: ¿por qué ha de ser desierta esta ciudad?