Pero sucedió que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió contra el país, dijimos: 'Vayamos y entremos en Jerusalén, a causa del ejército de los caldeos y del ejército de los de Siria.' Y en Jerusalén nos hemos quedado.
Pero cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió esta tierra, dijimos: Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército *babilonio y del ejército *sirio. Por eso ahora vivimos en Jerusalén.'
Pero cuando el rey de Babilonia invadió Israel, ellos decidieron refugiarse en Jerusalén, para escapar del ejército de Babilonia y de Siria.
Pero al subir Nabucodonosor, rey de Babilonia, contra el país, dijimos: “Venid y entremos en Jerusalén, para huir de las fuerzas caldeas y de las de Arán”, y nos instalamos en Jerusalén.»
Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y ocultémonos en Jerusalén, de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.
Sucedió, empero, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y entrémonos en Jerusalem, de delante del ejército de los Caldeos y de delante del ejército de los de Siria: y en Jerusalem nos quedamos.