En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: 'Un viento caliente viene desde los cerros del desierto en dirección de la hija de mi pueblo, pero no para aventar ni para limpiar.
En aquel tiempo se les dirá a este pueblo y a Jerusalén: 'Desde las estériles lomas del desierto sopla un viento abrasador en dirección a la capital de mi pueblo. ni para limpiar el trigo;
Y Dios contestó: «Cuando llegue el día del castigo, se le dirá a este pueblo de Jerusalén: “Desde los áridos cerros del desierto sopla un viento muy caluroso, y se dirige a Jerusalén, la capital de nuestro pueblo”. No se tratará de la suave brisa que limpia de paja el trigo;
En aquella sazón se dirá a este pueblo y a Jerusalén: - Un viento ardiente viene por el desierto, camino de la hija de mi pueblo, no para beldar, ni para limpiar.
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalem: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mí pueblo, no para aventar, ni para limpiar.