Tú dijiste: ‘¡Ay de mí! Porque Jehovah ha añadido tristeza a mi dolor. Estoy exhausto de gemir y no he hallado descanso.’
Tú dijiste: ‘¡Ay de mí! ¡El Señor añade angustia a mi dolor! Estoy agotado de tanto gemir, y no encuentro descanso.
“Tú, Baruc, siempre estás quejándote. Dices que eres muy infeliz, y que yo sólo te hago sufrir más y más. También dices que ya estás cansado de sufrir, y que no logras descansar.
Tú dijiste: «¡Ay de mí, que añade Yahveh congoja a mi sufrimiento! Me he agotado en mi jadeo, pero sosiego no hallé.»
Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora! porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso.
Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora! porque me ha añadido Jehová tristeza sobre mi dolor; trabajé en mi gemido, y no he hallado descanso.