'Pero ese día será día de venganza para el Señor Jehovah de los Ejércitos, para vengarse de sus enemigos. La espada devorará y se saciará; se embriagará con la sangre de ellos. Porque el Señor Jehovah de los Ejércitos tendrá un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Eufrates.
'Aquel día pertenece al Señor, al Señor *Todopoderoso. Será un día de venganza; se vengará de sus enemigos. La espada devorará hasta saciarse; con sangre apagará su sed. En la tierra del norte, a orillas del río Éufrates, el Señor, el Señor Todopoderoso, realizará una matanza.[1]
»El día de la victoria pertenece al poderoso Dios de Israel. Él ganará la batalla; se vengará de sus enemigos. La espada se empapará de sangre y acabará por matar a todos. Allá en el país del norte, a la orilla del río Éufrates, el Dios de Israel matará a mucha gente.
Aquel día será para el Señor Yahveh, día de venganza para vengarse de sus adversarios. Devorará la espada y se hartará y se abrevará de su sangre; pues será la matanza de Yahveh Sebaot en la tierra del norte, cabe el río Eufrates.
Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de retribución, para vengarse de sus enemigos; y la espada devorará y se saciará, y se embriagará de la sangre de ellos; porque sacrificio será para Jehová Dios de los ejércitos, en tierra del norte junto al río Eufrates.
Mas ese día será a Jehová Dios de los ejércitos día de venganza, para vengarse de sus enemigos: y la espada devorará y se saciará, y se embriagará de la sangre de ellos: porque matanza será a Jehová, Dios de los ejércitos, en tierra del aquilón junto al río Eufrates