¿A mí no me temeréis?, dice Jehovah. ¿No temblaréis delante de mí, que puse la arena como límite del mar, por decreto eterno que no lo podrá traspasar? Se levantarán sus olas, pero no prevalecerán; rugirán, pero no lo pasarán.’
¿Acaso has dejado de temerme? afirma el Señor. ¿No debieras temblar ante mí? Yo puse la arena como límite del mar, como frontera perpetua e infranqueable. Aunque se agiten sus olas, no podrán prevalecer; aunque bramen, no franquearán esa frontera.
»Yo, su Dios, pregunto: ¿Ya no me quieren obedecer? ¿Ya no me tienen respeto? Fui yo quien le puso límite al mar y aunque sus olas se pongan bravas y hagan mucho ruido, no van más allá de la playa.
¿A mí no me temeréis? - oráculo de Yahveh -, ¿delante de mí no temblaréis, que puse la arena por término al mar, límite eterno, que no traspasará? Se agitará, mas no lo logrará; mugirán sus olas, pero no pasarán.
¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
¿A mí no temeréis? dice Jehová; ¿no os amedrentaréis a mi presencia, que al mar por ordenación eterna, la cual no quebrantará, puse arena por término? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.