Porque Jehovah destruye Babilonia y quita de ella el gran bullicio. Sus olas rugen como caudalosas aguas, y resuena el estruendo de sus voces.
El Señor la destruye por completo; pone fin a su bullicio. Rugen sus enemigos como olas agitadas; resuena el estruendo de su voz.
Se acerca ya un ejército dispuesto a destruirla. Sus enemigos rugen como las olas; por todas partes se escuchan sus gritos. Los soldados babilonios serán capturados, y sus armas serán despedazadas. Haré que se emborrachen sus jefes y sus sabios, sus gobernadores y sus oficiales, y todos sus soldados. ¡Se dormirán, y nunca más despertarán! Yo dejaré a Babilonia en ruinas, y pondré fin a sus fiestas. »Yo soy rey de Israel; soy el Dios todopoderoso, y a cada quien le doy su merecido. Les juro que así lo haré».
Es que devasta Yahveh a Babilonia, apaga de ella el gran ruido, y mugen sus olas como las de alta mar, cuyo son es estruendoso.
Porque Jehová destruirá a Babilonia, y quitará de ella la mucha jactancia; y bramarán sus olas, y como sonido de muchas aguas será la voz de ellos.
Porque Jehová destruye a Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas, como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos: