A pesar de todo esto, Job no pecó ni le echó la culpa a Dios.[5]
Y a pesar de todo lo que le había sucedido, Job no ofendió a Dios ni le echó la culpa.
En todo esto no pecó Job, ni profirió la menor insensatez contra Dios.
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.