Las moradas de los destructores prosperan, y los que provocan a Dios están seguros en aquello que la mano de Dios les ha traído.
Los salteadores viven tranquilos en sus carpas; confiados viven esos que irritan a Dios y piensan que pueden controlarlo.
Los ladrones creen que ya dominaron a Dios, y por eso viven tranquilos.
Mientras viven en paz las tiendas de los salteadores, en plena seguridad los que irritan a Dios, los que meten a Dios en su puño!
Prosperan las tiendas de los ladrones, /nY los que provocan a Dios viven seguros, /nEn cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
Prosperan las tiendas de los ladrones, Y los que provocan a Dios viven seguros; En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.