Aparta de él tu mirada, y que descanse hasta que, cual un jornalero, haya disfrutado su día.
Aparta de él la mirada; déjalo en paz, hasta que haya gozado de su día de asalariado.
¡Deja ya de vigilarnos! ¡Déjanos vivir tranquilos, y disfrutar de nuestro salario!
aparta de él tus ojos, déjale, hasta que acabe, como un jornalero, su jornada.
Si tú lo abandonares, él dejará de ser; /nEntre tanto deseará, como el jornalero, su día.
Apártate de él, y que descanse hasta que, cual jornalero, haya cumplido su día.