Contra Dios se lanzó desafiante, blandiendo grueso y resistente escudo.
Embestía contra él, el cuello tenso, tras las macizas gibas de su escudo;
Corrió contra él con cuello erguido, /nCon la espesa barrera de sus escudos.
El le acometerá en la cerviz, en lo grueso de las hombreras de sus escudos: