Yo estaba tranquilo, pero él me sacudió; me tomó por el cuello y me despedazó. El me ha puesto por blanco suyo;
Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó; me agarró por el cuello y me hizo pedazos; ¡me hizo blanco de sus ataques!
Antes, yo vivía tranquilo; pero Dios me agarró por el cuello y me hizo objeto de sus ataques. Se lanzó contra mí como un guerrero y me abrió una herida tras otra, destrozándome sin ninguna compasión. ¡Regados por el suelo quedaron mi hígado y mis riñones!
Estaba yo tranquilo cuando él me golpeó, me agarró por la nuca para despedazarme. Me ha hecho blanco suyo:
Próspero estaba, y me desmenuzó; /nMe arrebató por la cerviz y me despedazó, /nY me puso por blanco suyo.
Próspero estaba, y me desmenuzó; y me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo.