Y cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos.[8]
Cuando mi cuerpo haya sido destruido, veré a Dios con mis propios ojos.
Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios.
Y después de deshecha esta mi piel, /nEn mi carne he de ver a Dios;
Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;