El ojo del adúltero aguarda el anochecer diciendo: 'Nadie me verá,' y pone un velo sobre su cara.
Los ojos del adúltero están pendientes de la noche; se dice a sí mismo: No habrá quien me vea, y mantiene oculto el rostro.
Los que traicionan a sus esposas esperan a que llegue la noche, pues creen que en la oscuridad nadie los verá con la otra mujer.
El ojo del adúltero el crepúsculo espía: «Ningún ojo - dice - me divisa», y cubre su rostro con un velo.
El ojo del adúltero está aguardando la noche, /nDiciendo: No me verá nadie; /nY esconde su rostro.
El ojo del adúltero aguarda al anochecer, Diciendo: No me verá nadie: Y esconde su rostro.