Si yo les sonreía, no podían creerlo; mi rostro sonriente los reanimaba.[3]
Si les sonreía, no podían creerlo; una sonrisa mía les daba ánimo.
Si yo les sonreía, no querían creerlo, y la luz de mi rostro no dejaban perderse.
Si me reía con ellos, no lo creían; /nY no abatían la luz de mi rostro.
Si me reía con ellos, no lo creían: Y no abatían la luz de mi rostro.