¡Allí cesa el afán de los malvados! ¡Allí descansan las víctimas de la opresión!
Para los cansados y prisioneros, la muerte es un descanso, pues ya no oyen gritar al capataz. Con la muerte, los malvados dejan de hacer destrozos.
Allí acaba la agitación de los malvados, allí descansan los exhaustos.
Allí los impíos dejan de perturbar, /nY allí descansan los de agotadas fuerzas.
Allí los impíos dejan el perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas.