'Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.[1]
»Yo siempre me propuse no mirar con deseos a ninguna jovencita.
Había hecho yo un pacto con mis ojos, y no miraba a ninguna doncella.
Hice pacto con mis ojos; /n¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
HICE pacto con mis ojos: ¿Cómo, pues, había yo de pensar en virgen?