¡Jamás he permitido que mi boca peque pidiendo que le vaya mal!
jamás he cometido el pecado de pedir que le vaya mal;
¡Yo que no permitía a mi lengua pecar reclamando su vida con una maldición!
(Ni aun entregué al pecado mi lengua, /nPidiendo maldición para su alma);
(Ni aun permití que mi lengua pecase, Pidiendo maldición para su alma);