A veces nos castiga con el lecho del dolor, con frecuentes dolencias en los huesos.
»A veces Dios nos castiga con agudos dolores de huesos.
También es corregido por el dolor en su camilla, por el temblor continuo de sus huesos,
También sobre su cama es castigado /nCon dolor fuerte en todos sus huesos,
También sobre su cama es castigado Con dolor fuerte en todos sus huesos,