En torno suyo silban las flechas, brillan las lanzas y las jabalinas.
El ruido de las armas resuena en sus oídos; oye a lo lejos la trompeta, y al oír las órdenes de ataque, resopla y corre a todo galope sin que nadie pueda detenerlo.
Va resonando sobre él la aljaba, la llama de la lanza y el dardo.
Contra él suenan la aljaba, /nEl hierro de la lanza y de la jabalina;
Contra él suena la aljaba, el hierro de la lanza y de la jabalina;