De la mañana a la tarde son triturados; sin que nadie los considere, se pierden para siempre.
Entre la aurora y el ocaso pueden ser destruidos y perecer para siempre, sin que a nadie le importe.
”En esta vida estamos de paso; un día nacemos y otro día morimos. ¡Desaparecemos para siempre, sin que a nadie le importe! ¡Morimos sin llegar a ser sabios!”
de la noche a la mañana quedan pulverizados. Para siempre perecen sin advertirlo nadie;
De la mañana a la tarde son destruidos, /nY se pierden para siempre, sin haber quien repare en ello.
De la mañana a la tarde son destruidos, Y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.