No hay quien se atreva siquiera a provocarlo; ¿quién, pues, podría hacerle frente?
Si nadie puede con él, ¿quién va a poder conmigo, que soy el Dios todopoderoso?
Echa luz su estornudo, sus ojos son como los párpados de la aurora.
Nadie hay tan osado que lo despierte; /n¿Quién, pues, podrá estar delante de mí?
Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí?