con todo, el *hombre nace para sufrir, tan cierto como que las chispas vuelan.
Así como el fuego es la causa de que salten chispas, nosotros somos responsables de nuestra propia desgracia.
Es el hombre quien la aflicción engendra, como levantan el vuelo los hijos del relámpago.
Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, /nAsí el hombre nace para la aflicción.
Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.