¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Pero vosotros, ¿qué es lo que pretendéis reprender?
Las palabras justas no ofenden, ¡pero los argumentos de ustedes no prueban nada!
Si tuvieran razón, no me ofendería; ¡pero ustedes me acusan y no tienen pruebas!
¡Qué dulces son las razones ecuánimes!, pero, ¿qué es lo que critican vuestras críticas?
¡Cuán eficaces son las palabras rectas! /nPero ¿qué reprende la censura vuestra?
¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Pero ¿qué reprende vuestra censura?