Aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel habían acabado de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos entraron en las ciudades fortificadas.
Josué y el ejército israelita *exterminaron a sus enemigos; muy pocos de éstos pudieron refugiarse en las ciudades amuralladas.
Josué y su ejército mataron a muchos amorreos, pero algunos de ellos pudieron escapar y se refugiaron en sus ciudades.
Cuando Josué y los israelitas acabaron de causarles una grandísima derrota, hasta acabar con ellos, los supervivientes se les escaparon y se metieron en las plazas fuertes.
Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas.
Y aconteció que como Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.