Aquel día Moisés juró diciendo: 'La tierra que pisó tu pie será para ti y para tus hijos como heredad perpetua, porque seguiste a Jehovah mi Dios con integridad.'
Ese mismo día Moisés me hizo este juramento: La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios.[1]
Aquel día Moisés juró que a mi familia y a mí nos daría la tierra por donde anduve, porque le fui fiel a Dios.
Aquel día Moisés hizo este juramento: “Te juro que la tierra que ha hollado tu pie será heredad tuya y de tus hijos para siempre. Porque has sido fiel a Yahveh mi Dios.”
Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.
Entonces Moisés juró, diciendo: Si la tierra que holló tu pie no fuere para ti, y para tus hijos en herencia perpetua; por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.